Risotto de calabacín, tomates y queso comté
¡Estas vacaciones hemos decidido alquilar una caravana (alquilamos una por Autómoviles Joan) y conocer sitios que siempre quisimos ver en Francia! Era un plan que siempre quisimos hacer, y aunque ya teníamos la caravana alquilada desde hace meses, no teníamos planificada la ruta. Sabíamos si o si dos paradas: Saint Jean de Luz o Biarritz e Île de Ré. Luego hemos ido improvisando un poco nuestra ruta. Al final nuestra ruta, en 15 días, fue: Barcelona – Saint Jean de Luz – Île de Ré – Saint Malo – Tours (Château de la Loire) – Auvergne – Carcassone – Barcelona.
Cosas que aprendimos sobre la marcha fue, aunque te vas a cuestas con la casa y es más fácil hacer recorridos largos con los peques, es no hacer recorridos de más de 4-5h con los niños. Los campings los buscamos sobre la marcha también, intentando que no estuviesen muy lejos del centro para poder visitarlo, pero también en un entorno con naturaleza para poder hacer recorridos en bici etc. Yo ubicaba mercados y/o tiendas bio para poder hacer rellenar nevera y despensa, ya que siempre solemos desayunar y cenar en la caravana. Y cuando estamos de ruta hacia el siguiente destino, comemos en la caravana o nos paramos en algún sitio que nos guste en el camino.
Cosas que me llevé de cocina fueron copos de avena (aunque los encuentras fácilmente), tahini, semillas de cáñamo, sirope de arce, aceite de oliva y poco más, ya que aquí se encuentra de todo. También me llevé mi Nutribullet para poder preparar masa de crêpes, mi café Bulletproof, cremas y/o batidos, que podía usar cuando estábamos conectados a electricidad (220 Watts). Me llevé algunas tazas, vasos, boles, 1 cuchillo y paños de cocina. ¡Y no os olvidéis una tabla de madera, super útil si no hay en la caravana!
También nos llevamos toallas, detergente (para las lavanderías, importante), nuestras sábanas, cojines y jabón multiusos ecológico.
Detalles prácticos
La app CaraMaps no está mal para ver zonas de párking habilitadas para carvanas y campings, aunque yo primero ubicaba la zona e investigaba campings que nos gustaban.
A la hora de buscar un Camping, buscaba campings con vistas bonitas, cerca del mar a poder ser, y no muy cerca de algún pueblo. Si habían bicis, alquilábamos bicis eléctricas para recorrer la zona con los niños, buscábamos mercados cerca y alguno con un huerto de Permacultura incluído.
En Saint Jean de Luz, el camping Bord de Mer tiene una vistas chulísimas y un restaurante con muy buen rollo y, a veces, música en directo.
En Île de Ré, visitar sus mercados, productos locales, alquilar bicis y recorrer la isla. Es lo más.
En Saint Malo, os recomiendo 100% esta crêpería mitad bretonne-mitad japonesa, Breizh Café, un concepto super original donde además te sirven crêpes de 100% sarraceno ecológico y certificadas sin gluten, con unas combinaciones deliciosas e interesantes.
En Saint Malo, también hay una tienda llamada «La Maison du Sarrasin» que os recomiendo.
Si vais a Tours, visitar la Loire, sus castillos y jardines, como el de Chenonceaux. Si váis a Tours, os recomiendo ir a la Guinguette de Tours o a Chez Gasper para comer. Buscar mercados y productos locales.
La siguiente parada es en Auvergne, en mitad de Francia, en un camping en mitad de la naturaleza. El camino entre Tours y Auvergne es precioso. Acabar en Carcassone y visitar algún castillo, que Elliot tiene muchas ganas, hacer canoe, ir en bici y disfrutar de la naturaleza, para volver a Barcelona.
Lo que más hemos aprendido es la gestión del espacio (llevarse mil bolsas de tela, para la compra, para ir a limpiar, para ordenar y guardar en la caravana etc.) y la gestión de los recursos (agua, energía, etc). Se aprende a vivir con menos cosas materiales lo cual es super enriquecedor y te hace sentir más ligero. También uno se da realmente cuenta del gasto energético, etc que puede llegar a tener en su día a día en su casa. Todo ocurre en un espacio reducido, y también es un aprendizaje de convivencia, pero mola llevarte tu casita donde vayas.
No siempre es fácil o cómodo, y más con niños pequeños. Puede ser agotador, un poco claustrofóbico a ratos, caótico, pero son momentos puntuales. Es cuestión de mentalizarse, de relajarse y de tener un poco de organización en la caravana, cada cosa necesita su sitio y no llevarse demasiadas cosas. Y disfrutar del viaje 😉
Cocinar en la caravana. Tienes espacio más reducido, 3 fuegos de gas, menos utensilios y también menos ganas de limpiar. Por lo tanto, intentaba hacer recetas fáciles y sencillas, que no requieresen de muchos utensilios, boles y sartenes. Porridges con frutas y compotas, pancakes, yogur con fruta, mantequilla de cacahuete, fruta y crudités, ensaladas, verduras con garbanzos y tomates frescos, tostadas, sándwiches, pastas y este risotto que nos comimos en Île de Ré y en Saint Malo, que nos sentó genial después de varias caminatas.
Esta receta es muy sencilla, ni use un arroz especial para risotto (lo cual podríais) y no use parmesano al no tener, use uno de mis quesos favoritos, el Comté, pero lógicamente podéis respetar más el origen del risotto usando arroz arborio y queso parmesano, o bien como yo usar ingredientes que tienes a mano y de la zona. Al no tener caldo, hice un pequeño salteado con mantequilla local (la mantequilla aquí es otro nivel), ajo, chalotas, calabacines, tomates cherrys y sal de hierbas para crear un «mini guiso» sabroso.
Risotto de calabacín Caravanning
Para 4 personas
30 g de mantequilla orgánica
1 diente de ajo picado
1 chalota grande picada (o 1/2 cebolla roja)
3 calabacines cortados en daditos
12 tomates cherrys, chafados con las manos en un bol
1/2 cucharita de sal de hierbas (o sal Marina, sal de Guérande, etc.)
1 cup / 200 g de arroz (previamente limpiado)
4 cups / 1 litro de agua (o caldo vegetal si tienes)
más mantequilla
100 g de parmesano o queso comté rallado, dividido
perejil picado
A fuego medio bajo, en una sartén, añade la mantequilla y el ajo y chalotas picados. Deja dorar unos 3 minutos hasta translúcidos. Añade los calabacines cortados en cubitos y dora 2 minutos. Añade los tomates cherrys chafados para crear una salsita y sal de hierbas (no tenía caldo). Dora un poco más y, luego, añade el arroz, dora un poco y vas añadiendo el agua poco a poco, removiendo hasta que esté caldoso.
Cada vez que el agua se evapora, añade más agua, remueve y así hasta que el arroz tenga consistencia de risotto. Añade un trocito de mantequilla y queso comté rallado, mezcla y sirve en boles.
Añade más queso rallado por encima y perejil picado.
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