Putanesca Pasta Love

¡Vaya semana más emocionante! ¡Y es que mi primer libro de cocina ya está en preventa en Amazon y, aunque me tengo que pellizcar de vez en cuando, es un sueño hecho realidad! ¡Falta tenerlo físicamente en mis manos y no parar de saltar de la emoción! Pienso en algunos de mis primeros posts de cuando vivía en Perú, sin muchos textos y acompañado de una foto con mala luz. Pero me encantan esos posts, aunque lo cambiaría todo, me encantan porque son la prueba de una necesidad de compartir y de una evolución. ¡Y eso mola! Mola ver como las cosas van cogiendo forma, aunque al principio no sabes muy bien donde te va a llevar, te falta seguridad y piensas que compartes posts en el vacio, con constancia y perseverancia, las cosas salen. Sobretodo, si en el fondo tienes una meta (aunque al principio no esté muy clara) a la que llegar. El publicar este libro ha sido una experiencia maravillosa y muy retadora, donde quería poder compartir toda mi experiencia y un poco de mi historia. De cómo encontré este equilibrio digestivo-emocional después de pasar mucho años con dolores, inflamación y un sinfín de síntomas. Un libro que a mi me hubiese gustado encontrarme cuando no encontraba respuestas a mi malestar. Además, hay más de 80 recetas de desayunos, comidas, cenas, postres y un apartado sobre el Batch Cooking, mis trucos y recetas de base dulces y saladas. Tanto quería compartir que tuvimos que quitar mucho texto ya que me pasaba de páginas. Tengo muchas ganas de que lo podáis tener en vuestras manos y poder disfrutarlo al igual que yo lo he disfrutado escribiéndolo y fotografiándolo. También, me ha ayudado mucho Mònica Bedmar, que ha diseñado la portada, con su apoyo y su magia a la hora de hacer fotos.

Por eso, el post de hoy no trata de San Valentín (que es mañana), que yo no soy muy buena con esas fiestas. A mí, me gusta demostrar el cariño que le tengo a la gente cocinándoles cada día, por muy sencillo que sea el plato. Aunque el año pasado preparé estas Pink trufas de dátiles, remolacha y chocolate, este año he decidido ir por algo más convencional como es un buen plato de pasta, yep pasta. ¡No es rosa, no es sexy pero oh pasta! Creo que uno siente mucha satisfacción cuando de algo sencillo puedes preparar un plato delicioso y reconfortante, usando ingredientes básicos. Y es que puedes conquistar a cualquiera cualquier día del año, y más si es con esta pasta putanesca Love 😉
Vamos a preparar una pasta putanesca (en mi caso no muy picante, niños) con corazones de alcachofas (hay que ponerse un poco cursis) que serviremos con una buena pasta sin gluten (en mi caso), parmesano o pecorino y rúcula si quieres.

Putanesca Pasta con corazones de alcachofas

Para 4 personas.

pasta tipo fettucine sin gluten para 4 personas

1 cucharada de aceite de oliva
1 cebolla pelada y picada
2 cucharadas de alcaparras
1/4 cup / 50 g de aceitunas negras tipo Kalamata cortadas en 2
1 puñado de corazones de alcachofas cortados en 2 o 4
2 cucharadas de mi mezcla picante* o bien solo concentrado de tomate
1 cucharadita de sal
400 ml de tomate cherry en salsa o tomate pelado
200 ml de agua (si coges tomate pelado no hace falta más agua)
perejil picado
2 puñados de rúcula (opcional)
parmesano rallado fresco
pimienta fresca molida

*mezcla 2 cucharas de concentrado de tomate con 1 pizca de cayena a tu gusto en un bol (podrías poner harissa pero a mi me cuesta encontrar)

Preparación

En una sartén a fuego medio, pon el aceite y añade la cebolla picada. Dora unos 8 minutos a fuego medio hasta que esté transluciente. Añade las alcaparras, las aceitunas cortadas en 2, las alcachofas, la mezcla picante y la sal. Dora unos 4-5 minutos. Añade los tomates y unos 200 ml de agua. Baja un poco el fuego, tapa y cocina unos 10 minutos.
Mientras pon agua a hervir con sal y cocina la pasta según las indicaciones del paquete.
Destapa la sartén y añade el perejil picado. Reserva.
Escurre la pasta y mézclala con la salsa. Sirve con rúcula si quieres, parmesano y pimienta.

Enjoy!

¡Y como postre, os recomiendo unas de mis trufas favoritas! Estas trufas raw de cacao tienen una textura increíble y llevan poco ingredientes. Decora con cacao crudo en polvo o matcha en polvo.