Hummus cremoso con ratatouille, zaatar, perejil fresco y piñones

Ya sabéis que, para mi, el hummus es una receta todoterreno, pero sobretodo salvavidas. Cuando no sepas que preparar, una buena de hummus te puede salvar la cena o la comida. Soy super fan de los hummus, en todas sus versiones (busca en Instagram #biotifulhummusparty) y sobretodo con muchos toppings. Allí es cuando pasas de una base sencilla a un plato extra, super apeticible, delicioso y fácil, como es el caso de este hummus cremoso con ratatouille.

El truco para preparar el hummus, a parte de hacerlo con una buena batidora o procesadora, es utilizar un buen tahini. Un tahini libanés idealmente, bien cremoso y líquido para que la textura del hummus sea la adecuada. El tahini es básicamente semillas de sésamo triturado hasta tener una mantequilla o pasta, pero bien lisa y untuosa, igual que la mantequilla de cacahuete o de otro fruto seco. Lo que pasa es que las semillas, al tener menos grasa que los frutos secos, cuesta más que suelten la grasa, por eso es mejor comprarlo ya que necesitarás mucha cantidad de sésamo y una procesadora super potente para conseguir una textura óptima.

Hay dos tipos de tahini, el blanco y el tostado. El blanco es más suave de sabor, y está hecho con las semillas crudas, sin tostar y descascarilladas. Al no tener un proceso de tostado, dicen que tiene más propiedades antioxidantes. El tahini más oscuro o tostado es más amargo de sabor y está preparado con las semillas enteras y tostadas, y tiene más calcio. Puedes elegir el que prefieras, pero yo encuentro que el blanco suele tener una textura mucho mejor para conseguir un resultado más cremoso.

En resumen, la próxima vez que hagas hummus, piensa en el tahini que vas a usar y sobre en los toppings que vas a poner. Para esta receta, te propongo una ratatouille sencilla, zaatar (una mezcla de sésamo, tomillo, sumac y sal), perejil fresco y piñones tostados. Este hummus cremoso con ratatouille es una propuesta genial para picnic o cualquier comida en buena compañía.

 

Ratatouille

2 berenjenas
1 calabacín
1 pimiento rojo
aceite de oliva
sal
cayena
3 dientes de ajo machacados
300 g de tomates cherrys
2 cucharadas de tamari

Hummus clásico y mega cremoso

2 cups / 320 g de garbanzos cocidos y escurridos
1/2 cup / 125 ml de tahini blanco
1 diente de ajo
1 limón
3/4 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de comino
sumac
2 cucharadas de aceite de oliva
1/4 – 1/2 cup / 60 – 125 ml de agua

sirve con

zaatar
semillas de sésamo
piñones horneados
perejil

*También puedes cocinar los garbanzos para un hummus todavía mejor.

Enciende el horno a 200ºC y prepara una bandeja con papel de hornear. Limpia las verduras y corta las berenjenas, calabacín y pimiento rojo en cubitos. Ponlos sobre la bandeja con 3/4 cucharadita de sal, 4 cucharadas de aceite de oliva, pimienta y un poco de cayena y los 3 dientes de ajo machacados. Mezcla bien y hornea unos 40 minutos, mezclando de vez en cuando. Cuando falten 15 minutos, añade la mitad de los tomates cherrys cortados en 2.

Mientras, en un procesador de alimentos, pon los garbanzos cocidos y escurridos, con el tahini, el diente de ajo (yo añado 1 por mis hijos, pero puedes añadir 2-3 dientes de ajo), zumo de 1 limón, 3/4 cucharadita de sal, la 1/2 cucharadita de comino en molido, un poco de sumac si quieres, 2 cucharadas de aceite de oliva y agua (tibia idealmente). Tritura hasta bien cremoso. Prueba y rectifica a tu gusto.

Añade a la ratatouille, una vez fuera del horno, el resto de tomates cherrys y las 2 cucharadas de tamari.

Hornea unos 8 minutos a 170ºC los piñones.

En un plato, pon una capa de hummus, alisa con la parte trasera de una cuchara, añade aceite de oliva, ratatouille, perejil picado, piñones, zaatar y semillas de sésamo.