Hello Buddha Bowl
Mi disco duro ha vuelto y debo agradecer a una seguidora por recomendarme a los de On Retrieval, porque me han recuperado todos los datos, sin pasarme un presupuesto de locos. Ya tengo todas mis fotos de vuelta y puedo compartir esta receta de Buddha Bowl.
Recuerdo oir lo del «Buddha Bowl» y pensar «¿Porqué llamarán a un bowl de ensalada Buddha Bowl«?. Pues bien, tiene una explicación muy curiosa. Cuando llamamos a este bowl Buddha Bowl es porque hace referencia a la tripita redonda de Buddha, como un bowl lleno de cosas ricas ¿Quién lo hubiese dicho, verdad? La idea de crear un bowl así es de componer un surtido variado de verduras crudas (para facilitar la asimilación de lo cocido) y cocinadas, cereales o granos, legumbres y frutos secos, puestos de forma original. El primer interés es sensorial: es decir es un regalo a la vista gracias a la combinación de colores y texturas y diferentes sabores.
Más allá de buscar un equilibrio nutricional, la idea es crear un plato lleno de variedad y de color, es decir lleno de energía y de antioxidantes. En los países donde se unen la alimentación y la medicina, la noción de variedad es un factor fundamental a la hora de crear un plato. En China, por ejemplo, se buscar unir en cada plato los 5 sabores (salado, dulce, ácido, amargo y picante) correspondiente a los 5 elementos (agua, tierra, madera, fuego y metal respectivamente).
Para crear un Buddha Bowl, privilegiamos las preparaciones sencillas, verduras crudas ralladas o laminadas a la mandolina, un mezclum de verdes, verduras de raiz cocidas al horno, legumbres al natural, aguacate en rodajas o en bolitas, como en la foto.
A todo esto, se añade algo más elaborado, un hummus de remolacha especiado, una salsa de tahini de hierbas frescas, saeurkraut, etc. Añadimos algunas especias o hierbas frescas, como cúrcuma, tomillo, comino, cilantro o menta.
Importante añadir algo crujientes como unos frutos secos o semillas tostados u horneados, garbanzos horneados, etc. Y para acabar, intentando que todo sea tan sabroso como bonito creando un plato que entra por los ojos.
Si tuviese que dedicarle a alguién esta ensalada, sería a mi padre. He tenido la suerte de que desde siempre, en casa, hemos comido muy bien. Mi madre es la reina de la improvisación y de los platos con un toque exótico francés. Mi padre se dice vegetariano desde hace muchos años, aunque yo lo llamaría flexitariano, porque le he pillado alguna vez comiéndose algún trozito de jamón en Navidades. Siempre le ha encantado descubrir las últimas tendencias gastronómicas, los últimos gadgets de cocina y los últimos libros de cocina. Compartimos muchas pasiones, y puedo decir que es el rey de las ensaladas. Su truco preparar la vinagreta en el bol mismo de la ensalada, emulsionando bien la salsa y luego añadir el resto de los ingredientes. Hace unos meses, vino a casa y le preparé este Buddha Bowl.
Tiene un poco de todo, y lo mejor es que puedes personalizarlo según la temporada:
– que no tienes manzanas, pues unas rodajas de melocotón o fresas
– en vez del trigo sarraceno tostado, unas almendras tostadas
– si no tienes espárragos o no es temporada, unas zanahorias horneadas o unas judías verdes al dente
– en vez de quinoa, prueba con mijo, arroz salvaje o couscous
*Agradeceros el feedback tan bueno sobre la gran noticia que compartí ayer. He decidido empezar a dar cursos de cocina con el fin de inspiraros y ayudaros a ser más creativos en la cocina, cursos centrados en 3 conceptos: de temporada, simplicidad y calidad. Abordar temas como el batch cooking y pequeños tips para haceros la vida más fácil. Todo esto unido a unos cursos de fotografía muy prácticos. Muy pronto, compartiré más noticias.
Hello Buddha Bowl
Para 2 personas hambrientas
1/2 cup / 100 gr de quinoa sin cocer
1 cup /250 ml de agua
pizca de sal
4 rabanitos cortados en cubitos o en láminas
1 manzana cortada en cubitos
1 aguacate en bolitas (yo use el utensilio para hacer bolitas de melón)
1/4 de coliflor cortado fino a la mandolinas
puñado generoso de mezclum verde (rúcula, kale, espinacas baby, lechuga)
5-6 espárragos en láminas (usa la mandolina o el pela patata) y guarda los tallos para saltearlos
un puñado de trigo sarraceno tostado en la sartén
queso feta desmenuzado
Salsa de Tahini de finas hierbas
4-5 cucharas de tahini
2 cucharas de hierbas frescas picadas (cebollino, menta, perejil, etc)
2 cucharitas de zumo de limón
pizca de sal
1/2 diente de ajo picado (opcional)
1/2 cucharita de sirope de arce (opcional)
Para la salsa, pon todos los ingredientes en un bol o en una batidora, añadiendo un poquito de agua hasta tener una textura cremosa o según tu preferencia.
Cocina la quinoa en 1 cup / 250 ml de agua y la pizca de sal. Lleva a ebullición, baja el fuego y tapa, cocina unos 12 minutos o hasta que el agua se haya absorbido del todo. Deja reposar.
Para el bowl, coloca un poco de quinoa, un poco de mezclum de verdes, en un lado la coliflor laminada, los rabanitos cortados, los trozos de manzana, los espárragos en láminas y el aguacate en forma de bolitas.
Saltea unos minutos en una sartén las puntas de los espárragos, hasta que estén al dente y crujientes.
Saltea unos mintos el trigo sarraceno (tal cual en crudo) hasta que esté dorado.
Pon en el bowl, encima de los ingredientes, las puntas de los espárragos, el trigo sarraceno, el queso feta desmenuzado y la salsa!
Deja una respuesta