Tartas de mousse de coco y limón
¿Podéis adivinar lo que estoy haciendo ahora? Fácil, maletas! Ah! Soy una experta ya y más si he hecho las mismas hace justo 3 meses al venirme a Vietnam. Pues bien, ahora nos volvemos a Barcelona.
Os quería contar que nos hemos ido unos 6 días a Krabi a la playa en Thailandia. Días de playa, relax, y sol. Pero, nos hemos encontrado con una realidad muy chocante. Imagino que con el turismo masificado y la globalización, todo cambia y muchas veces a mal. Nos hemos encontrado con unos paisaje preciosos, pero desgraciadamente cubiertos de plásticos, residuos y basura. Todo muy sucio, muy poca consciencia e interés y con unos precios un poco elevados por la calidad de lo que ofrecen. En general, no puedo decir que hayamos comido muy bien.
Todos los batidos que preparar son a base de fruta y le añaden mucho hielo, agua (nunca sabes bien bien que agua le ponen) y sirope! Un sirope refinado y tan dulce que el batido pierde todo sentido en mi opinión. Cada vez que pedía un batido, era «no syrup, no ice, no water,…» , no a todo jejeje.
La comida en general todo es muy frito, muy especiado y muy pesado. Me ha sido dífiil encontrar una ensalada rica, variada, y sabrosa.
Al final, comíamos a medio dia en un sitio medianamente bien algun bocadillo vegetal o wrap de tofu acompañado de un zumo de manzana y zanahoria (no ice, no water, no syrup, no straw). Y por la noche, ibamos al restaurante de un hotel llamado Rayabadee y cenábamos muy bien, pero nada barato! Recuerdo unos spaghetti de té verde con una salsa miso y té verde, con sus verduras y algas y una ensalada de algas y cítricos increíbles! Además de unos rollitos de mango con relleno de mousse de coco y helado de lychee.
Hemos vuelto descansados y agradecidos por el viaje, pero si un poco tristes y enfadados con la realidad que cada día es más presente: la cantidad de residuos que generamos y la falta de consciencia que hay en el mundo.
Elliot se lo ha pasado genial, ya casi bucea solo en el agua y le encanta! La anécdota más divertida fue cuando al fin encontré y pude comprar 2 plátanos (buscaba un snack para Elliot que no fuese algo procesado, y nadie me vendía un par de plátanos). Los encontré, y volviendo a la habitación del hotel, nos asaltaron un grupo de 10 monos! Y fueron directos a por mi y es que llevaba en mi mano los plátanos. Mi reflejo fue tirarselos ya que no sabía como iban a reaccionar. La verdad ahora nos «medio» reímos pero vaya susto! Salieron de la nada y con lo que me costo encontrar los plátanos jejeje!
Hace unos días compartí un post para OBBIO sobre mis tips de cómo viajar con niños y alimentarlos bien, espero que os guste!
En dos días, estaré en Barcelona y con intención de quedarme. No más mudanzas, no más maletas, instalarnos en Barcelona. Esta vez, apostamos por este camino. Mi pareja vendrá de momento cada 6 semanas, aish ya le echo de menos, pero estamos convencidos que de todo esto saldrá algo bueno, muy bueno.
Este postre surgió un poco de casualidad. Se acerca la hora de la merienda, Elliot tiene hambre pero yo también. Me apetecía hacer una tarta pero fácil de comer para Elliot. Y recordé uno de mis postres favoritos, la tarta de limón.
Entonces preparé unas mini tartas de mousse de limón y sésamo! Éxito total, Elliot no podía para de comerse el relleno, que estaba riquísimo!
*compra local y/o orgánico dentro de lo posible
Tartas de mousse de coco y limón
Unas 9 mini tartas aprox.
Masa
1 + 1/2 cup de harina de almendra o almendras molidas
1 cup de harina de arroz o de trigo sarraceno
pizca de sal
2 cucharas de semillas de chía
1/2 cucharita de extracto de vainilla en polvo
3 – 4 cucharas de aceite de coco
2 cucharas de sirope de arce
2 – 3 cucharas de agua fría
Vegan Lemon Curd o Mousse de coco y limón
1 cup de crema de coco (la parte de arriba de la lata de leche de coco tipo thai)
zumo de 1 + 1/2 limones
piel / zeste de 2 limones
3 cucharas de sirope de arce
Decorar con
zeste de limón
semillas de sésamo negro
semillas de chía
Empezar por precalentar el horno a 175ºC. Prepara unos 6 – 8 mini moldes para tarta con aceite de coco.
En un bol, añadir la harina, los almendras molidas, la sal, las semillas de chía, la vainilla, el sirope de arce y aceite de coco en un procesador de alimentos hasta tener textura tipo crumble. Poco a poco, añadir el agua 1 cuchara a la vez hasta que la masa empieza a tomar forma. Con cuidado, con las manos, sacar la masa e ir llenando los moldes. Con un tenedor, pinchar un par de veces en cada molde.
Hornea durante unos 8 – 10 minutos o hasta dorado. Dejar enfriar.
En un bol, añadir la crema de coco, el zumo de limones, la piel de limones y el sirope de arce. Mezcla delicadamente hasta que todo quedé bien homogéneo.
Una vez que las masas se hayan enfriado, llenarlas con la mousse de limón y poner en la nevera de 1 a 2 horas. Decorar con piel de limón, sésamo de negro y de chía.
Guardar en la nevera.
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