Especial Postres de Calabaza
Creo que últimamente tengo una ligera obsesión con la calabaza, y sino me crees, mira este post, este o este. Y sigo en mi linea. Thanksgiving se acerca y aunque no lo festejo, me gusta seguir algunas tradiciones y crear postres con calabaza. O creo que me encanta cocinar con lo que hay de temporada.
Estos días están siendo un poco extraños e imaginaréis el porque. Llevo ya casi 3 meses aquí en Barcelona, Elliot y yo. Luis, mi chico, vino el lunes pasado y se fue el domingo a Singapour pero vuelve este viernes. Hemos pasado 5 días juntos intensos pero raros. Mucho, demasiado, tiempo separados y todo se magnifica. Hemos llegado a un punto donde estamos agotados a nivel emocional. En un mes y algo, él se irá a Vietnam y yo en un par de meses me iré allí con Elliot.
Hace poco leí en un artículo los acontecimientos de la vida más estresantes, entre ellos el cambiar de trabajo y cambiar de país. Luis está pasando por estos dos cambios en poco tiempo y además separado de su familia. Me doy cuenta lo estresante que puede ser cambiar de país y que todo sea un poco incierto. Y con esto no quiero quejarme, ya que soy consciente de la suerte que tengo el poder conocer países, viajar con mi familia, experimentar, tener aventuras por el mundo, pero al mismo tiempo causa estrés.
Tengo la gran suerte de que hace relativamente poco descubrí mi gran pasión, la comida y la fotografía gastronómica. Cada día me aplico mi rutina y mi disciplina ya que quiero mejorar y poder un día dedicarme a esto. De alguna manera, es un alivio. Pero mi pareja sigue en búsqueda de su «bliss» como lo llamo yo, y mientras sigue haciendo el trabajo que le gusta, pero sabe que no es su pasión, y sé que cada día que pasa, se pregunta «¿Qué será? y ¿Y cuándo llegará?. De todas estas emociones y cambios, hemos acabado los dos con la espalda muy contracturada y tensa.
Ayer fui a una médica energética que me encanta. Tenía el cuello tenso, muy tenso y el dolor de cabeza ya era inaguantable. Me dijo que no tenía nada físico. Era 100% emocional. Me aplico su terapia, pero claro las emociones….las emociones siguen allí y que poder tienen en nuestro bienestar general.
Tengo la impresión de que mi vida últimamente es una gran montaña rusa, de viajes, de idas y venidas y de emociones tantos buenas como malas.
Pero al final del día, te dices que tienes un niño sanísimo y feliz, una pareja que te apoya y te quiere, y que es lo más importante. Todo lo demás, cambia, fluye, y todo llega.
Lo que si llegan son estas dos recetas magníficas, No sabía si hacer dos posts o hacer un post con dos recetas, y creo que os lo merecéis!
Un tarta cruda de calabaza y cacao nibs y unas trufas de caramelo de calabaza y chocolate. Dos recetas fáciles de preparar e increíblemente ricas. Bueno fáciles si estás equipada….no como yo que llevo semanas rompiéndolo todo. Hace meses rompí la tapa de mi procesador de alimentos y ayer mismo el vaso de mi Vitamix (me dejé una cuchara dentro). Dicen que cuando se rompe algo, se rompen 3 seguidas….ojalá no sea verdad jejeje.
Hace casi 1 año, hizé una tarta de calabaza pero creo que está es mejor todavía!
*Ah se me olvidaba! Inauguro mi canal YOUTUBE y aquí puedes ver un poco del primer video que pondré esta semana, donde te enseño a hacer crunchy Kale Chips. ¡Espero que os guste!
*compra local y/o orgánico dentro de lo posible
TARTA CRUDA DE CALABAZA Y CACAO NIBS
Base
1 cup de trigo sarraceno crudo (las semillas) (puedes sustuirlo por otro fruto seco si quieres)
1 + 1/2 cup de almendra
2 cucharas de cacao crudo en polvo
pizca de sal
2 cucharas de aceite de coco
1 cuchara de sirope de arce o 5-7 dátiles
*podrías añadir café (opcional)
Relleno
1 cup de puré de calabaza (*ver este post)
1 cup de anacardos remojados en agua durante 4-6 horas
2 cucharas de aceite de coco
1 cucharita de vainilla en polvo
pizca de sal
3 dátiles
1 cup de leche de coco (mejor si es tipo thai, que es más cremosa)
1/4 cup de sirope de arce
1 cucharita de canela en polvo
1 tableta de chocolate negro (70% de cacao mínimo)
cacao nibs
mantequilla de avellanas
Para la masa, procesa todo hasta obtener una bola.
Prepara un molde redondo de unos 20 cm de diámetro. Unta con aceite de coco y/o papel de hornear. Pon la masa y empieza a colocarla en el molde con tus manos. Alisa y guarda en el congelador.
Mientras pon a fundir al baño maría el chocolate negro trozeado. Una vez derretido, saca del fuego y deja enfriar unos minutos.
Vierte el chocolate sobre la base de la tarta. Deja en la nevera y mientras prepara tu relleno. Pon todos los ingredientes en tu batidora o procesadora hasta obtener una textura bien cremosa. Vierte encima de la base y el chocolate y pon la tarta al congelador.
Decora con cacao nibs y mantequilla de avellanas.
Yo prefiero guardarla en la nevera, ya que me gusta que el relleno esté un poco derretido, pero es cuestión de preferencias. Saca la tarta unos minutos antes de servir, para que se atempere.
TRUFAS DE CARAMELO DE CALABAZA Y CHOCOLATE
Relleno
1 cup de puré de calabaza (*ver este post)
1/2 cup de anacardos dejados en remojo 4-6 horas
8 dátiles
1/2 cucharita de canela en polvo
1/2 cucharita de jenibre en polvo
4 cucharas de mantequilla de almendra, de avellana o tahini
3 cucharas de leche de coco
4 cucharas de aceite de coco
pizca de sal
2 tabletas de chocolate negro orgánico (70% de cacao mínimo)
Esta receta es fácil pero requiere seguir unos pasos y que sepas de antemano que te vas a pringar las manos y mucho!
Para el relleno, pon todos los ingredientes en tu vaso de la batidora o procesador y licúa todo hasta cremoso.
Pon en un bol y al congelador entre 30 mins y 1 hora, o hasta el punto que esté lo suficientemente duro para hacer bolitas con las manos pero no demasiado ya que no podrás darles forma. Una vez tengas las trufas hechas, vuelves a colocarlas unos minutos al congelador y vuelve a darle una forma bien redonda con tus manos.
Para fundir el chocolate, te sugiero hacerlo al baño maría y hacerlo unos 5 minutos antes de que hagas las bolitas de caramelo.
Funde el chocolate negro y déjalo enfriar unos minutos.
Cada bolita ponla en el bol de chocolate hasta recubrirla por completo y dejala secar sobre papel de hornear.
Una vez tengas todas las trufas de caramelo recubiertas vuelves a colocarlas al congelador.
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